Animalia lotsatuen putzua. Rockdelux. (Disko iruzkinak) (2012-01-01)
Qué bestialidad. Bastan treinta segundos desde el momento de activar el play y Lisabö ya te han dejado noqueado. Muy bestia, si. Pero con sentido. Como todo lo que hacen, han hecho hasta ahora los de Irun. Sin prisas. Los de Karlos Osinaga y Javi Manterola nunca se han dejado tentar por ninguna escena ni tendencia. En todo caso, por la suya: la de hacer música visceral y al límite, música que duele y golpea, que convierte en una experiencia realmente física su escucha, tanto grabada como (más) en directo.
Lo de Lisabö es un aquelarre eléctrico que no entra en el juego de neutralizar por la fuerza al oyente: su furia busca la participación y la implicación, la simbiosis entre mensajero y receptor. Es lo más elevado a lo que puede aspirar el arte, cualquier arte, y el quinteto vasco ha encontrado el equilibrio perfecto para envolver con sus detonaciones sonoras y hacer que el cuerpo (y la mente) transpiren la música que fabrican.
"Animalia Lotsatuen Putzua" ("El Pozo De Los Animales Avergonzados") es un viaje de vértigo asentado en las dobles guitarras eléctricas y baterías, el bajo y las voces. Es un ritual de dolor y cura del que no pueden desligarse los textos de, una vez más, Martxel Mariskal, prosa poética o poemas en prosa que escarban con imaginación en las arterias del existencialismo y la angustia para encontrarle un sentido al echo de vivir. "Estamos despellejando el cielo con nuestras uñas afiladas": una frase, al azar, que se clava como chinchetas oxidadas en el hueso del alma. Otra: "Todos somos enigmas ancestrales del futuro, en los límites del éxtasis".
Sin noticias discográficas desde "Ezlekuak" (2007), poco prolíficos, autoexigentes, "Animalia Lotsatuen Putzua" contiene únicamente seis canciones en cuarenta y cinco minutos. Nada sobra, nada falta. Depuran su fórmula de electricidad domada, refriegan calma y violencia, declaman como si les fuera la vida en ello. Una centrifugadora emocional cuyo impacto no se diluye ni cojea. El apasionante tsunami de la banda no admite medias tintas: arrasa, libera. Entrar en Lisabö es sentir cómo bulle la sangre y el cuerpo se tensa, es despertar del letargo de una anestesia impuesta, es morder, gritar, sangrar. Es un viaje al límite con gratificación final, la que siempre se logra tras perseguir un esfuerzo tan doloroso como esperanzador. Aprieten los dientes: Lisabö han vuelto. Gracias.
Esan Ozenki, 2000 (CD)
Acuarela, 2002 (CD)
>>Izkiriaturik aurkitu ditudan gurak
Metak-Pil Pil Sessions, 2005 (CD)
Bidehuts, 2007 (CD)
Bidehuts, 2011 (CD)
- Denboraren artaziak (Hitzak eta musika: Lisabö); Bidehuts, 2008 (Inoren Ero Nirekin partekatutako singlea)
- Gure hitzak (Hitzak: Bernardo Atxaga-Musika: Mikel Laboa); Txinaurriak. Mikel Laboari ikasitako kantuak (Bidehuts, 2010)